En nuestro primer artÃculo de este año, decÃamos que 2010 presentarÃa grandes oportunidades para la consolidación de una verdadera alternativa democrática en nuestro paÃs. Hoy, más que nunca, esto es una realidad.
Aunque vemos que el gobierno después de las elecciones de diputados a la Asamblea Nacional ha profundizado en acciones arbitrarias y en expropiaciones que muchas veces se vuelven en confiscaciones, este comportamiento hay que entenderlo como parte de una estrategia defensiva del gobierno que siempre ha aplicado cada vez que la alternativa democrática obtiene una victoria electoral.
Esta estrategia consiste en: a. evitar rápidamente que la opinión pública sienta que la alternativa democrática es mayorÃa; b. demostrar que las victorias de la alternativa democrática no sirven de nada y; c. desmoralizar  y crear desesperanza en todos los venezolanos que buscan una alternativa, tratando de hacerles creer que después de este gobierno no hay ningún camino.
Ya este libreto lo utilizó el gobierno posterior al referéndum de 2007, aprobando mediante decretos y leyes disposiciones de la reforma constitucional que fueron rechazadas por el pueblo y también en el 2008, inhabilitando candidatos con opción de triunfo y luego quitando competencias a gobernaciones y desmantelando prácticamente la AlcaldÃa Mayor de Caracas por el solo hecho de que ganó una opción polÃtica distinta al oficialismo.
Y ¿qué podemos hacer? Se preguntarán muchos. En primer lugar, estar conscientes de que el gobierno está a la defensiva. No debemos subestimarlo pero tampoco, como muchas veces suele hacerse, sobreestimarlo. En segundo lugar, evitar la postración, la desesperanza y, por el contrario, promover la esperanza mediante un proyecto claro que seamos capaces de hacer visualizar hasta el último venezolano en el último rincón del paÃs. En tercer lugar, aunque siempre lo he considerado lo más importante, organizarnos.
Organización es la palabra clave. Solo organizados  podemos canalizar, pacÃficamente pero con contundencia, el descontento popular. Solo organizados tendremos éxito en la lucha por la reivindicación de cualquier derecho consagrado en nuestra constitución. Insistentemente hemos dicho que debemos profundizar en la organización popular, en el trabajo en las comunidades, con los distintos sectores, con los sindicatos, en el acompañamiento al pueblo en sus problemas, en elevar los niveles de conciencia del venezolano, proporcionándoles  herramientas de formación para el trabajo y para la solución de problemas concretos en sus comunidades, asà como para la defensa de sus derechos.
En la Venezuela de hoy cobra una especial importancia la lucha por la defensa de los trabajadores, los cuales están viendo como dÃa a dÃa se desconocen sus derechos por un gobierno que, irónicamente,  se hace llamar socialista. Recientemente tuvimos la oportunidad de promover junto a diferentes representaciones sindicales del paÃs, la conformación de un Frente Nacional de Trabajadores cuyos objetivos fundamentales son: a. la defensa la defensa de los derechos laborales contemplados en la Constitución, b. garantizar el libre ejercicio de los movimientos sindicales venezolanos, c. exigir la discusión y cumplimiento justo de los contratos colectivos y d. defender el derecho a la protesta por las reivindicaciones laborales.
Este frente también busca incorporar y legitimar lÃderes. No basta expresar un cambio electoralmente, debemos organizarnos dÃa a dÃa en todos los frentes, debemos ser consecuentes en la lucha por los derechos de los trabajadores afectados por este gobierno que se vale del poder del Estado para humillarlos y violentar sus garantÃas constitucionales. Este es sólo uno de los pasos que estamos dando de la mano con la gente, con la fuerza laboral y productiva del paÃs, para avanzar en la construcción de esa Venezuela unida que queremos todos los venezolanos, todos los hombres y mujeres trabajadoras de este paÃs.
En nuestro paÃs hay dos caminos, el tomado por un gobierno que ha estatizado todo, incluso los derechos de los trabajadores y el de conciliación, donde la paz, la equidad y el progreso son posibles en paz y democracia.
El paÃs está demandando con urgencia que se comprenda el momento en el vivimos, que los lÃderes de la alternativa democrática entendamos bien el desafÃo que tenemos por delante: se trata de crear las condiciones para una profunda transformación de la vida del paÃs y se trata de organizarnos, no para simplemente ganar elecciones, sino para gobernar un paÃs.
Leopoldo López.
El Nacional, Opinión.