El ex embajador de Venezuela ante la ONU, Milos Alcalay, repudió en nombre de Voluntad Popular la reciente visita a Venezuela del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, tras argumentar que se trata del representante de un régimen extremista que atropella a su pueblo, viola los Derechos Humanos, los derechos de las mujeres, condena la libertad de pensamiento y es responsable de la masacre y encarcelamiento de disidentes políticos.
“Denunciamos a este visitante como Persona No Grata. El balance de esta visita es negativo, la consideramos inoportuna, inconveniente, peligrosa, inadecuada y contraria a los intereses de los venezolanos. Los grandes agradecimientos a Irán por la construcción de nuestras viviendas va en contra de la capacidad de nuestros ingenieros; la oferta de exportar arepas socialistas gracias a Irán, un país que no tiene la cultura alimentaria del maíz resulta absurda frente a una nación que tiene una empresa privada que exporta tecnología para la producción de harina de maíz.” precisó el embajador.
En nombre de Voluntad Popular, Alcalay detalló que la presencia del primer mandatario iraní es inoportuna ya que los ojos de la comunidad internacional están puestos sobre Teherán ante el riesgo de continuar la carrera armamentista nuclear y ante la amenaza de cerrar el estrecho de Ormuz por donde pasa 35% del petróleo que se comercia en el mundo. A su vez, peligrosa y contraria a los intereses de los venezolanos ya que los nuevos pactos, a juicio del partido naranja, renuevan los riesgos para Venezuela tras el embargo y las sanciones adoptadas recientemente contra Irán, exponiendo indebidamente a la nación a nuevas represalias por una alianza inconveniente con Teherán.
El embajador mostró su preocupación por la ideologización y desprofesionalización de la cancillería venezolana al referirse al caso de la cónsul Livia Acosta, declarada Persona No Grata por el gobierno de Obama. “Esto es un caso que no le conviene al Gobierno. Se trata de una funcionaria de un cuerpo de inteligencia que luego saltó a la rama diplomática y ahora a la consular. Esta situación arrojaría otras responsabilidades y deja abierta la posibilidad de que la funcionaria respondiera a instrucciones dadas por el Alto Gobierno ya que las denuncias contra la Cónsul, provienen de su actuación como diplomática en México, violando el comportamiento exigido por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas sino con una actitud torpe al pavonearse con sus relaciones con la presidencia”.