En nuestro anterior artículo afirmamos que la superación de la pobreza está estrechamente vinculada con la calidad y universalidad de la educación. Esta semana quisiéramos compartir la experiencia que tuvimos desde Chacao, donde trabajamos con una convicción ante esas exigencias: el sistema educativo público debe ser de una calidad y excelencia igual o superior al privado.
En la calidad de la educación inciden muchas variables. En primer lugar, la infraestructura. Al comienzo de nuestra gestión nos encontramos con que las escuelas municipales tenían serios problemas de infraestructura. Es así como la Escuela Andrés Bello fue objeto de importantes reparaciones y mejoras y se concluyó el proyecto para la construcción de su nueva sede. A la escuela Carlos Soublette se le hizo una sede completamente nueva y se integró a un espacio que incluye un ambulatorio, una plaza, un gimnasio vertical y un modulo de la policía municipal. De igual forma fue construida la nueva sede de la escuela Juan de Dios Guanche, inaugurada en septiembre de 2002, que alberga con comodidad a 1.200 estudiantes y goza del reconocimiento del Ministerio del Poder Popular para la Educación como la infraestructura pública en educación más importante de los últimos 25 años. De igual forma, está el ejemplo del preescolar Rafael Paytuví al que, aún estando bajo la responsabilidad del Gobierno Nacional, se le construyó una nueva sede con los más altos estándares de calidad.
En segundo lugar, es importante tener escuelas bien dotadas. Nos impusimos como obligación que nuestras instalaciones contaran con un mobiliario adecuado, laboratorios de computación con acceso a Internet, bibliotecas, cachas deportivas y comedores de calidad.
En tercer lugar, la capacitación y evaluación permanente a nuestros docentes y alumnos, quienes deben ser objeto de una permanente formación académica con el fin de mejorar su desempeño. Creamos el Programa de Certificación Docente, que evalúa durante un año escolar al docente y, si éste cumple con los requisitos, es certificado positivamente, lo que redunda en un aumento del 12% de su salario. Con esto introdujimos el concepto de que el esfuerzo y la superación constante si son apreciados y recompensados. De igual forma implementamos la evaluación del niño al comienzo y final del año escolar, de forma que pudiera servir también como medición del rendimiento del maestro.
En cuarto lugar, involucrar a los padres en la educación de sus hijos. Nadie está más interesado en la educación de los niños que sus propios padres. Esto es muy importante en un contexto de amenaza a la libertad y pluralidad de la educación por parte del Estado, tratando de imponer una educación ideologizada. De esta forma se crearon las REDES DE PADRES para que los planteles contaran con autonomía en la toma de decisiones. Si bien desde la Alcaldía se definen las políticas educativas, dentro del proceso de enseñanza es la comunidad educativa quien está facultada para ejecutarlas.
Por último, y de hecho la razón de ser de todo el esfuerzo en materia educacional: el alumno. Nos esforzamos por generar igualdad de oportunidades y concebimos programas como el de alimentación, becas, dotación de bultos y útiles, atención primaria en salud, terapia comunicacional, apoyo al niño no escolarizado, escuela para padres y seguimiento al egresado, y promovimos la sana competitividad entre los estudiantes a través de las Olimpiadas de Matemáticas y concursos de cuentos.
De esta forma demostramos que es posible implementar educación pública de calidad, sin exclusión ni privilegios, que permita que un niño que nazca y estudie en Río Negro, Amazonas, tenga las mismas oportunidades que una niña que nazca y viva en La Lagunita, Miranda. A las pruebas me remito, sólo se requiere voluntad política.