En nuestro artículo anterior hablábamos de la obligación de cualquier gestión pública de promover y democratizar el deporte y la recreación. Primero, porque es un derecho consagrado en la constitución y segundo, porque el deporte y la recreación, tratadas como política pública y no sólo como simples actividades físicas, de esparcimiento y diversión, son vehículos para el desarrollo humano integral y antídotos efectivos contra la violencia, el ocio, la delincuencia y las drogas. Asimismo, resaltábamos la importancia que tiene el deporte para los mismos ciudadanos y esta es tal que incluso su promoción trasciende las instancias de gobierno y vemos como las mismas comunidades se organizan originando la constitución de muchos clubes, asociaciones y ligas deportivas en todos los rincones del país.
Quisiéramos exponer desde nuestra experiencia e ilustrar con ejemplos concretos, como el deporte y la recreación trabajados desde los dos ángulos (la promoción desde el Estado y la promoción desde las comunidades) genera resultados extraordinarios en materia de salud pública, educación, capital social, cultura y construcción de ciudadanía.
Esta semana quisiéramos compartir brevemente nuestra experiencia desde la alcaldía de Chacao, donde le dimos una importancia al deporte y la recreación y lo enfocamos como una política pública y, en segundo lugar, compartir la experiencia que en la actualidad, ya desde el lado comunitario, estamos impulsando con el modelo de Redes Populares.
Como alcalde, enfocar el deporte como una política pública es entender que esta actividad, más allá de generar bienestar físico a quienes lo practican o generar diversión o entretenimiento, cumple funciones de salud pública, funciones educativas, una función social, cultural y de construcción de Ciudadanía. Por otro lado esa política pública debe estar anclada en valores y principios que la sustenten. Para nosotros esa política debía estar principalmente inspirada en los valores de la inclusión y la integración social.
Un ejemplo de la concreción de esta política anclada en estos valores sin duda lo constituye el Centro Deportivo Eugenio Mendoza, el cual cuenta con canchas de básquet, gimnasio, espacio de maquinas y bicicletas, artes marciales, lockers, vestuario, cancha de tenis y una piscina temperada, completamente pública. En estos espacios podemos ver a vecinos de todos los niveles socioeconómicos, nadando juntos, compartiendo las máquinas de ejercicio, los vestuarios, etc. Vecinos de la Castellana, Los Palos Grandes, El Bucaral o Pedregal, en instalaciones de calidad, generando integración social, igualdad de oportunidades y capital social.
Por otro lado, entendimos que el uso eficiente de los espacios en los contextos urbanos es una obligación. En Chacao, el más innovador y ambicioso de los centros deportivos creados en los últimos años ha sido el Gimnasio Vertical. Este es una alternativa eficiente y segura para promover la práctica del deporte. Permiten aprovechar al máximo los terrenos, ya que pueden practicarse varias actividades simultáneamente en 3 pisos distintos. Son una excelente alternativa para ser construidos en sectores populares, donde hay pocos terrenos disponibles. Cuentan con zonas de artes marciales, máquinas, trote, tenis de mesa, calentamiento, gradas y canchas de futbolito, básquet y volibol. Igualmente cuentan con acceso para discapacitados, vestuarios y cafetín. El primer gimnasio vertical se construyó en 2004 y se encuentra en la calle Santa Ana de Bello Campo. Imaginamos un gimnasio vertical en cada barrio de Caracas como parte de la transformación integral de los barrios caraqueños.
El segundo ángulo, el comunitario, quisiéramos ilustrarlo con la experiencia que hemos tenido con las Redes Populares, las cuales empezamos a impulsar desde el año 2006 en todo el Distrito Metropolitano de Caracas y en la actualidad en todo el país, pero por razones de espacio lo haremos en la siguiente oportunidad.
Leopoldo López.