La semana pasada, Daniel Latosefky organizó junto a su grupo de activistas de Voluntad Popular un torneo deportivo en Maracaibo, en el marco del programa “Cambiamos Balas por Balones”. Su compromiso con el cambio social lo hizo destacarse como uno de los principales líderes comunitarios de la parroquia Juana de Ávila, enfocando su esfuerzo en combatir una violencia desatada que, desgraciadamente, también se cobró su vida.
Pocas horas después de la actividad deportiva, Daniel fue herido de bala por un grupo de antisociales que intentó robarlo. Tras varios días de dura lucha en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Maracaibo, no logró superar sus complicaciones. Otra vida de sueños y proyectos que es cegada por la delincuencia. A sus 29 años, Daniel trabajaba cada día para construir un mejor país para su hija Valentina, de solo 2 años de edad, y para un segundo bebé que viene en camino.
La muerte de Daniel ocurrió poco después de uno de los fines de semana más sangrientos del año, con más de 60 muertes violentas sólo en Caracas, y a pocos días del anuncio del decimonoveno plan de seguridad que ha lanzado este gobierno, promovido con toda la maquinaria de fanfarria oficial como la Misión A Toda Vida Venezuela.
El candidato oficial dice ahora, después de 150.000 familias venezolanas enlutadas por el dolor de perder un ser querido en manos del hampa, que ahora este Gobierno sí encontró la fórmula para enfrentar la crisis de inseguridad. ¿Alguien puede creer en un plan para resolver el principal problema de los venezolanos, lanzado luego de 13 años de fracasos y a solo tres meses de las elecciones presidenciales?
El Jefe de Estado dice ahora que los delincuentes que generan zozobra en toda Venezuela son una herencia del pasado, una conspiración mediática de la que tampoco es responsable. Lo lamento, Presidente; con esa teoría no engaña a nadie. Los estudios demuestran con mucha claridad que los efectos de la delincuencia se concentra en jóvenes entre 15 y 25 años; muchachos que tenían entre 2 y 10 años cuando usted asumió el poder, hace ya 13 años.
Mientras Henrique Capriles asume claramente el compromiso de la seguridad, sin excusas ni falsas promesas, con un programa claro que garantice la seguridad para todos, el candidato oficialista dice que el problema es el capitalismo, la burguesía, la economía neoliberal y las películas violentas; alegando que la inseguridad es un problema de toda América Latina.
Con Henrique Capriles tendremos a un Presidente que tiene en su mano un claro diagnostico del problema, que asumirá su responsabilidad desde el primer día de Gobierno con un plan integral y un equipo de profesionales preparado para asumir la tarea de resolver el principal problema de los venezolanos.
Nuestro compromiso con Daniel, con las 150.000 familias que han perdido un ser querido en los últimos 13 años, es alcanzar esa Venezuela de paz, bienestar y progreso donde podamos vivir tranquilos y sin miedo. Perdimos un aliado en esta incansable lucha, pero nunca perderemos la esperanza de transformar esta dura realidad que hoy, de nuevo, nos golpea muy de cerca.
Lo decimos convencidos: sí es posible resolver la crisis de inseguridad, y sabemos cómo hacerlo. Los venezolanos no estamos condenados a vivir en zozobra por la violencia y la delincuencia. Quedan solo tres meses para iniciar el cambio político que abrirá las puertas de un futuro de tranquilidad y progreso, para todos por igual. Fuerza y fe, Venezuela.