Por Ivonne Ayala
Diario El Carabobeño
14/02/11
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Durante ocho años transitó un camino tachonado de esplendor, premios como el del Alcalde más Transparente otorgado por International Transparency -el cual ganó por tres años consecutivos-; el tercer mejor Alcalde del Mundo, reconocimiento que concede anualmente World Mayors y el premio al Alcalde más Innovador que entrega Future Capitals, acompañaron al joven dirigente municipal en su gloria también interna, de 2000 a 2008.
La gente en Caracas decía cotidianamente que Chacao -el municipio que gobernó- parecía otra ciudad, las personas se comportaban distinto al entrar en esa zona limítrofe con Libertador, Baruta y Sucre, otros grandes del Area Metropolitana, los conductores se transformaban en los más cívicos del país, su Policía y fiscales tenían fama de “incorruptibles”: “si te agarran en Chacao ¡ay, papá!”, era frecuente escuchar.
Tal vez a Leopoldo López le ocurrió como a la “Luciérnaga” en la fabulosa paradoja referida por Pablo Coelho. Fue perseguido por una serpiente aterradora y voraz que no le perdonó que brillara tanto. El hecho es que desde 2005 el Contralor conjuró su inmenso potencial con una inhabilitación política que afecta también a otras 300 personas.
Los números de los sondeos oficiales y el estrecho marcaje de las salas situacionales de Miraflores, le daban un rotundo, inapelable e indiscutible triunfo en las elecciones a la Alcaldía Mayor, cargo al cual aspiraba, lo que le hubiese abierto raudo camino a un escaño aún más alto. Demasiado brillo expedía esta luciérnaga y con igual entusiasmo ciudadanos multicolores aplaudían los avances del joven de entonces 37 años.
Pero López Mendoza, Leopoldo Antonio, no se ha dado por vencido jamás a pesar de ese golpe mortal, letal porque es un político y a ¿qué otra cosa aspira un dirigente de este tipo, si no es a liderar a su pueblo en cualquier instancia? Pero para él ha sido una oportunidad de alimentarse más como persona y servidor público -como sonriente lo dice- ha recorrido el territorio nacional varias veces.
En este momento se prepara, a principios de marzo -entre el 1 y el 2- la Corte Interamericana de Derechos Humanos dirimirá en su Sesión en San José, capital de Costa Rica, si el Estado violó sus derechos políticos, cuando lo inhabilitó sacándolo del juego sin aviso ni protesto.
Esta ocasión tiene una significación grandilocuente en cuanto a sus repercusiones, porque es la primera vez que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos demanda ante la Corte a un Estado miembro de la OEA -en este caso el venezolano- por la violación del artículo 23 de la Carta Interamericana de Derechos Humanos, en el que se normatiza el ejercicio de los derechos políticos, y se estipula que éstos sólo podrán ser suspendidos por una decisión penal definitivamente firme. Paso que se saltó olímpicamente con garrocha, no se produjo juicio ni sanción por la presunta responsabilidad en irregularidades administrativas cometidas durante el ejercicio laboral de López en Pdvsa durante 1998, cuando desde la petrolera se erogó una donación para la entonces Asociación Civil Primero Justicia.
“La decisión de la Corte será vinculante para todos los Estados que forman parte de la OEA, y sentará jurisprudencia en otros casos relevantes muy similares a éste”.
Triunfos en el lodazal
El caso de López, así como el de muchos otros de los dirigentes políticos inhabilitados por el contralor Clodosvaldo Russián, suena turbio a los oídos de varios juristas, pero en el ex alcalde economista -optimista por convicción- las “ganas de salir adelante” imprimen un halo de triunfo en el caminar de quien sueña con un país en el que los jóvenes deseen estudiar para superar escaños personales, ajenos a la dádiva y ganados a la dignidad.
En su peregrinar público ya arrastra 50.000 personas en todo el país comprometidos con el recién constituido partido Voluntad Popular del que se erige como coordinador nacional. La sede de la novel organización política -antes Asociación Civil- está con sus puertas abiertas y el transitar de sindicatos, ONG, y pequeñas representaciones comunitarias, es permanente.
El objetivo que se propone es sustraer las propuestas para transformar al país “en 180 grados”, del contacto directo con la población, sólo así -dictamina- se engranará una fórmula en que se refleje la expectativa real de una población que clama por ser en verdad escuchada.
“Aquí nosotros nos tenemos que plantear un modelo en verdad transformador que cambie una economía estatista por una que permita oportunidades de emprendimiento, una política cerrada por una abierta, comunidades sometidas por unas combatientes (…).
Si uno no escucha, si no hueles, si no ves, si no abrazas las aspiraciones del pueblo venezolano, es imposible cambiarlo. Yo fui alcalde ocho años, soy caraqueño y viví siempre en la zona centro y en los últimos dos años he recorrido Venezuela y me falta mucho por recorrer, muchos pueblos, pero la aproximación a los problemas que yo tengo hoy es muy distinta a la que tenía hace dos años, por escuchar mucho (…)”.
Se plantea que la organización que preside pueda contar con representación en los 335 municipios y en las 1.000 parroquias, considera que no es un objetivo inalcanzable porque el objetivo propuesto es cambiar modelos con madurez, asertividad y apostando a un futuro con un viraje definitivamente en progreso.
Y ¿de dónde viene eso?
Nuestro personaje de este lunes, es un hombre forjado en el seno de una familia preocupada, sensible y analítica, con el quehacer político, económico y social en la pupila.
El acontecer cotidiano era tema obligado en los almuerzos dominicales, por eso confiesa que ese afán por buscar siempre un mejor futuro para el país corre por sus venas desde muy joven.
Nunca -confiesa- pensó en otra cosa que no fuese ser un servidor público y todo el esfuerzo de su vida lo ha empeñado en ese norte.
Su abuelo paterno estuvo entre prisión y exilio catorce años, y el materno fue ministro en el 1945.
Ellos signaron su perfil, la perseverancia y el afán de la lucha incansable, forman parte de esa traza al que sus padres contribuyeron con su orientación incondicional al servicio público.
El luchador “Mocho” Hernández, fundador del Movimiento Nacionalista que enfrentó con firmeza y dignidad contra Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, también dejó su huella de enseñanza en él, su bisabuelo fue el médico de este personaje histórico, quien aunque no alcanzó su meta -ser Presidente de la República- se dedicó a defender sus ideales de libertad.
“El ´Mocho´ Hernández fue uno de los pocos que siempre se mantuvo firme, de hecho estuvo en el Gobierno dos meses, luego se fue a la oposición, lo meten preso siempre tuvo una posición de mucho conflicto, mi bisabuelo estuvo en el exilio y preso catorce años, era mochero, del Movimiento Nacionalista con él y eso de alguna manera en estos años para mí ha sido como una referencia de lo que es la lucha contra gobiernos autoritarios, uno lleva eso en las venas porque uno se pregunta de dónde viene esa irreverencia, esas ganas de luchar contra el autoritarismo, contra gobiernos de imposición, por lo menos tengo algo de dónde echar mano de la familia”.
Atribuye buena parte del optimismo que lo anima al pensamiento de su abuelo Eduardo Mendoza, que aún a sus 92 años, confiaba en que tendría oportunidad de ver un mejor país.
Entre la sumisión y el combate
Leopoldo López ha recorrido el país de manera incansable, a pesar de que no doblega su confianza en la posibilidad de cambios positivos, le preocupa que en algunas zonas del territorio crece a todo vapor el miedo y la sumisión.
“Tú vas a esos pueblos y la dependencia y la sumisión al Estado es cada vez mayor, tú llegas y te dicen ´cuidado con tomarnos una foto´, éste, no me tomen una foto porque no quiero que salga, ¿por qué? Porque yo trabajo con el Gobierno porque tengo miedo”.
Hay sumisión, hay miedo, me pasa mucho eso, me dicen vamos a tomarnos una foto Leopoldo pero después sale la mamá, la tía, la prima, cuidado la pones en el Facebook, si la pones en el Facebook podemos perder el empleo. “Hay que enterrar esa Venezuela definitivamente”, clama con cierta indignación.
En tal sentido López propone madurez y amplitud en los líderes que desde la oposición tienen posibilidad de enfrentar la lucha por cargos de representación popular.
“Yo creo que la madurez tiene que estar sobre todo en los liderazgos, yo creo que la Mesa es importante, una plataforma, pero también que éste es un momento en el que esos liderazgos, esos nombres que hoy por hoy están teniendo el respaldo de la ciudadanía tenemos que tener la madurez de sentarnos y ver cómo todos juntos vamos a salir adelante. Habrá uno que será candidato por la vía de las primarias, habrán 24 que sean candidatos a las gobernaciones por esa vía, habrá 335 que sean candidatos a las alcaldías por la vía de las primarias, pero a nivel de liderazgo nacional tenemos que ponernos de acuerdo”.
– ¿Qué le pediría a la Mesa de la Unidad, tomando en consideración este escenario?
– Sacar la reglas del juego lo antes posible, primarias pa´todo el mundo, para candidaturas de alcaldes, gobernadores y presidenciales. Amplitud, inclusión, participación, corazón abierto, puertas abiertas, incorporar a todos los trabajadores, a todos los estudiantes, a las comunidades. Amplitud, amplitud, amplitud. Inclusión, inclusión, inclusión. Participación, participación, participación, culmina con una carcajada.
Por eso cree que su lucha es un grano de arena para la constitución de la ciudadanía combatiente que podría sacar al país adelante. Esperan que luego de la audiencia de marzo, en septiembre la decisión de la Corte les sea favorable, será ésta otra contribución para fortalecer la lucha por el logro del respeto de sus derechos.
“La Venezuela que queremos construir es una en la que los derechos sean para todas las personas y eso requiere no solamente de un Estado que asuma esa responsabilidad, ésa es la parte pasiva si se quiere, pero requiere de una ciudadanía activa que no se resigne a que el Estado quiere o no darle sus derechos, si no que el Estado se vea acorralado y obligado a dar al pueblo sus derechos”.
Para él ésa es una de las más grandes promesas incumplidas de la Constitución de 1999, que fue un avance en cuestión de derechos sociales, políticos, económicos y humanos, pero al final se queda restringida a la capacidad del Estado a entregar los derechos a una parcialidad de la población.
El sueño
“El país que yo sueño es una Venezuela en la que un joven que está en sexto grado quiera llegar a quinto año, porque sabe que llegando a quinto año pasa de un escalón a otro, el que está en quinto año sueña con ir a la universidad porque sabe que dando ese paso va a poder graduarse”.
-Qué es lo que te dice el Gobierno tú no puedes conseguir empleo y te da una lista de excusas, tú como joven lo que quieres es conseguir empleo, por ejemplo la zona centro del país, allí han cerrado 14.000 empresas eso significa decenas de miles de empleos que se han perdido. Carabobo y Aragua, lamentablemente hoy son un cementerio industrial, cuando deberían ser emporios industriales no solamente para Venezuela sino para América Latina, teniendo a Puerto Cabello a kilómetros de distancia de lo que es esa zona, deberíamos tener allí una zona pujante de importación y exportación de insumos, debería estar listo el ferrocarril. Deberíamos tener allí universidades que permanentemente estén ofreciendo oportunidades a los jóvenes, deberían estar full las carreras de ingeniería, economía, de administración y contaduría porque sabes que si te gradúas tienes trabajo en tal o cual industria, ésa es la Venezuela que yo sueño, la Venezuela del progreso.
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Para más información:
Leopoldo López en la Corte Interamericana de Derechos Humanos
El caso en ocho láminas: Lepoldo López vs. Estado venezolano
Breve video de Leopoldo López explicando el caso
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Twitter: @leopoldolopez
Partido político: Voluntad Popular