En los últimos 20 años, Leopoldo López ha sido víctima de una feroz persecución política por parte del gobierno venezolano. Sometido a más de 20 procesos judiciales y administrativos, todos ellos arbitrarios. Dos inhabilitaciones políticas que, a pesar de haber obtenido una sentencia favorable de la Corte IDH, le han impedido ejercer cargos de elección popular.
En 2008, Leopoldo termina su segunda gestión como Alcalde del municipio Chacao con el 92% de aprobación y decide optar por el cargo de Alcalde Metropolitano de Caracas. Cuando contaba con el apoyo del 65% de los capitalinos, y un respaldo popular mayor que el del entonces presidente, Hugo Chávez; el gobierno venezolano decide inhabilitarlo políticamente. Leopoldo, después de haber agotado todas las instancias nacionales, recurre a la Corte Interamericana de Derechos Humanos; el 1 de septiembre de 2011 la Corte CIDH emite una sentencia favorable a López.
En el año 2013, durante todo el año, Nicolás Maduro expresó públicamente su deseo de encarcelarlo. En más de diez oportunidades, en cadena nacional, Maduro y miembros del ejecutivo nacional anunciaron que Leopoldo López debía ir preso por las opiniones emitidas en contra de su gobierno. En el año 2014, a pesar de Leopoldo haber mantenido siempre en sus discursos el llamado a la no violencia, a la protesta pacífica y democrática; las amenazas se concretan. Después de grandes manifestaciones pacíficas en contra del gobierno, el 12 de febrero de 2014, a pocas horas de que funcionarios de cuerpos de seguridad del Estado asesinaran a dos venezolanos que se encontraban en una manifestación pacífica, se emite una orden de captura en su contra.
Las violaciones a los derechos humanos de Leopoldo fueron sistemáticas y prolongadas, así lo ratifica el informe presentado por ONU el 15 de septiembre 2020. Desde el 18 de febrero de 2014, momento que decidió dar un paso al frente y enfrentar las acusaciones infames que Nicolás Maduro le hacía, se violaron los derechos fundamentales al debido proceso y a la presunción de inocencia.
Fue conducido a una cárcel militar y sometido a un descarado juicio político, con pruebas amañadas, audiencias no públicas y testigos solamente de la parte acusadora. A ese linchamiento judicial se le sumaron los abusos y violaciones a sus derechos durante los 3 AÑOS, 4 MESES y 20 DÍAS que estuvo en la cárcel militar de Ramo Verde; desde bajezas como lanzarle excremento humano a su celda, hasta negarle el derecho a la correspondencia, impedirle reunirse en privado con sus abogados para preparar su defensa, grabarle todas las visitas familiares y conyugales, robarle sistemáticamente sus escritos y las pocas pertenencias que le dejaban tener y castigarlo arbitrariamente con aislamientos prolongados.
El 10 de septiembre de 2015, luego de un año y tres meses de un juicio a puertas cerradas, completamente secreto y amañado, y pese a haberse demostrado su inocencia; Leopoldo fue sentenciado a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión.
El Fiscal acusador, Franklin Nieves, declaró que recibió órdenes de sus superiores jerárquicos para fabricar cargos en contra de Leopoldo López. Asimismo, la perito, promovida por la Fiscalía, Rosa Amelia Asuaje, declaró que la juez manipuló sus declaraciones en la sentencia. Recientemente, la juez que emitió la orden de privación de libertad en contra de Leopoldo López, Ralenis Tovar, dijo haber firmado esa orden “por miedo a terminar presa”. El 15 de febrero de 2018 la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, aseguró que la habían presionado para que dijera que “el autor de las muertes de Bassil Da Costa y Juan Montoya era Leopoldo”. El 12 de agosto de 2016 la corte de apelaciones de Caracas ratificó la infame sentencia de Leopoldo.
En la madrugada del 8 de julio de 2017, después de haber pasado 1234 DÍAS en la cárcel militar de Ramo Verde, a Leopoldo se le otorgó la medida casa por cárcel. Esta decisión unilateral de la dictadura, vino después de 99 días de protestas pacíficas ininterrumpidas en las calles de Venezuela, a la par de una intensa presión de la comunidad internacional.
Al momento del traslado a su casa, Leopoldo llevaba 92 días sin poder ver a sus abogados y 32 días bajo condiciones de aislamiento severo en una torre de castigo en la cárcel militar. En esos 32 días fue víctima de los tratos más crueles de todos los vividos durante esos 1234 días.
Luego de pasar 23 días bajo arresto domiciliario; el 1 de agosto de 2017, a las 12:27 AM; Leopoldo fue SECUESTRADO por el SEBIN, policía política de la dictadura. A la fuerza fue sacado de su casa. Ni sus abogados, ni sus familiares pudieron constatar su estado durante los días que estuvo de nuevo en Ramo Verde.
En la madrugada del 6 de agosto de 2017, después de haber pasado 5 DÍAS COMPLETAMENTE AISLADO en una celda con tan solo un colchón en el suelo y RECIBIENDO COMIDA DESCOMPUESTA; Leopoldo fue nuevamente trasladado a su casa bajo una nueva medida de casa por cárcel, esta vez con la prohibición vía sentencia judicial de emitir mensaje alguno por cualquier medio de comunicación convencional o no.
Leopoldo López pasó 5 AÑOS, 1 MES Y 43 DÍAS injustamente preso; hasta que el 30 de abril de 2019 recibió un indulto de nuestro Presidente (E) Juan Guaidó y fue liberado de su condición de casa por cárcel.
De ese tiempo que estuvo injustamente preso, estuvo 1234 días en la cárcel militar de Ramo Verde, de los cuales 548 días estuvo sometido a un régimen de confinamiento en solitario, y a ellos se le suma otros 321 días que estuvo aislado sin poder ejercer contacto con su familiares ni abogados. El aislamiento de Leopoldo llegó a tal punto que hasta sus mismos custodios lo reconocieron expresamente en un documento oficial.
La violencia y el trato amenazador e intimidante fue el día a día de Leopoldo en Ramo Verde. Estuvo solo en una torre de castigo de 4 pisos, completamente aislado de la población del penal. Fue objeto de al menos 20 requisas sumamente violentas. Funcionarios de la DGCIM, del SEBIN y de la GNB irrumpieron en su celda, con sopletes y alicates tumbando las puertas y rejas; le robaban sistemáticamente sus escritos y las pocas pertenencias que le dejaban tener.
Los organismos más reconocidos en materia de defensa de Derechos Humanos del mundo se han pronunciado a favor de su liberación inmediata: el Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la ONU, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, el Comité contra la Tortura del Consejo de DDHH de la ONU, el Presidente y Relator del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias y Human Rights Watch. Así como presidentes, primeros ministros, gobiernos, parlamentos, líderes mundiales de diferentes tendencias políticas, premios Nobel de la Paz y de Literatura, intelectuales y artistas también se sumaron a la petición de libertad para Leopoldo.
Su caso es uno de los expuesto en el informe “Conclusiones detalladas de la Misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela”. Las conclusiones exponen textualmente:
“Sobre la base de los hechos mencionados, la Misión tiene motivos razonables para creer que Leopoldo López fue víctima de una detención arbitraria. Tanto el SEBIN como la DGCIM estuvieron involucrados de diferentes maneras. El Director del SEBIN en ese momento, el General Manuel Gregorio Bernal Martínez, presionó al fiscal para que firmara la orden de detención del Sr. López. Los oficiales de la DGCIM estuvieron involucrados en el allanamiento de la casa del Sr. López y de sus padres, así como en los violentos registros nocturnos mientras estaba detenido en Ramo Verde. 406. La Misión considera que el trato y las condiciones de Leopoldo López en Ramo Verde pueden constituir tortura y tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. El Coronel de la Guardia Nacional José Viloria Sosa era el Director de Ramo Verde en el momento de estos hechos.”
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