Las polÃticas aplicadas por el Gobierno Nacional han convertido a Venezuela en adicta y dependiente de las importaciones, especialmente en rubros alimenticios, que en el pasado se producÃan completamente en el paÃs.
Hoy dÃa la carne y el pollo que comemos, el café, que tomamos, el azúcar, la leche y hasta las caraotas son importadas de paÃses como Brasil, Cuba, Uruguay, Argentina y Nicaragua.
Es contradictorio que el gobierno por un lado se vanagloria de luchar por la soberanÃa alimentaria y por otro ha multiplicado por seis veces el déficit en la balanza comercial agrÃcola. Cuando en los años 80 y comienzos de los 90 las importaciones agrÃcolas llegaban a US$1.300 millones habÃa una gran preocupación. Hoy en dÃa estamos importando por encima de los US$ 7.400 millones anuales.
Todo esto, además, destruye el potencial de empleo y de trabajo que se puede impulsar en Venezuela. Nosotros creemos que la prioridad debe ser la producción nacional para impulsar el bienestar y el progreso del pueblo venezolano a través de una verdadera soberanÃa alimentaria, nuestra consigna debe ser Hecho en Venezuela.
La economÃa de 14 de 23 estados de la República depende fundamentalmente de la agricultura (60% del total de estados) y el desempleo se ubica por encima del 15% en entidades como Portuguesa y Barinas, con una tasa de informalidad que supera el 40%.
Es por esto que presentamos  ante la Asamblea General de Fedenaga nuestra propuesta de La Mejor Venezuela que contempla varios puntos para impulsar el progreso nacional:
- Generar seguridad jurÃdica para los productores nacionales, que el Estado venezolano asuma el compromiso de invertir en infraestructura productiva que permita tener vialidad agrÃcola para la distribución de la producción, mantenimiento de los sistemas de riego y atender los problemas de drenaje.
- Crear una polÃtica de incentivos fiscales a quienes trabajan el sector agropecuario, polÃticas eficientes de financiamiento de la actividad agropecuaria y eliminación de la fijación arbitraria de precios.
- Garantizar la seguridad ciudadana en el campo venezolano para lograr su reactivación. Eliminando las vacunas, los secuestros y las amenazas constantes a familias y empleados.
- Recuperar la soberanÃa alimentaria y también la soberanÃa territorial para que los grupos irregulares dejen de operar en territorio venezolano y cese el temor entre los pobladores y trabajadores del campo.
- Impulsar una polÃtica petrolera que permita apalancar la diversificación de la económica⦠que el petróleo y el campo se complementen, que nos ayude a impulsar nuestra soberanÃa alimentaria.
- Garantizar la especialización de nuestros productores: que haya universidades donde se puedan profesionalizar; pero más importante, garantizarle a todos esos jóvenes que cuando salgan de las universidades tengan fuentes de empleo para impulsar el bienestar y el progreso de sus familias.
La gran pregunta que debemos hacernos es ¿a dónde vamos a llevar a Venezuela los próximos 30 años?
Para ello debemos darle apertura a un sector productivo vigoroso y en ese sentido yo digo sin temor: nos resteamos con la propiedad privada, nos resteamos con la producción nacional, nos resteamos con que Venezuela dé el brinco hacia el futuro que todos soñamos y deseamos, que conquistemos la mejor Venezuela y olvidemos las guerras del pasado.