Fuente: El País (Colombia)

Después de las intimidaciones de las que ha sido objeto por parte del régimen venezolanpo, ¿cómo ve usted a María Corina, teme por su vida?

María Corina está muy fuerte, muy convencida y con muchísima determinación, y ese ha sido su carácter a lo largo de su carrera. La conozco muy bien y me siento plenamente identificado con su liderazgo y la visión del problema que estamos enfrentando: no solo un mal gobierno, como algunos han interpretado lo que ocurre en Venezuela, sino como una estructura criminal autocrática, violadora de Derechos Humanos.

Cuéntele a los colombianos, ¿quién es Edmundo González, el candidato presidencial de la oposición?

Un hombre que, casi que de manera provincial, porque no fue planificado, si no que las circunstancias lo llevaron a ser nuestro candidato. De 74 años, diplomático, con una trayectoria en la unidad de muchos, muchos años como colaborador desinteresado para que las cosas salgan y quien se logró escribir. Muy valientemente su esposa y sus hijas también asumieron ese compromiso. Creo que esa llave de Edmundo y María Corina es extraordinaria, una combinación casi perfecta de quien está en la calle liderando con fuerza y determinación, pero que con ponderación y serenidad también le mandan un mensaje a los venezolanos. Ellos están proponiendo una transición ordenada, con garantías, sin revancha, que dé posibilidad de enfrentar las prioridades de la mayoría de los venezolanos, y el poder adquisitivo como primerísima.

Desde el exilio, ¿usted cómo analiza el momento político que vive su país?

Estamos en un momento extraordinario, faltan apenas siete días para una jornada que marcará nuestra historia, y comenzará la primera etapa de una transición, porque las elecciones son el 28 y la toma de posesión será el 10 de enero, y eso hace que haya una primera etapa que será determinada por lo que vaya sucediendo con respecto a cómo la dictadura, Maduro, asumen los resultados, a su reacción. El escenario ideal al que aspiramos los venezolanos, y al que han hecho referencia Edmundo y María Corina, es que Maduro acepte sus resultados y comience una transición que va a significar conversaciones, porque ese periodo es incierto, no está escrito en ninguna parte qué se puede hacer con respecto a ese escenario. Espero que reine la sensatez y el agotamiento de una etapa que ya cerró. Ya el chavismo, menos el madurismo, no tienen arraigo en el país, no tienen promesas que emocionen. Eso ocurrió, cuando llegó Chávez, hace 25 años, pero el futuro es esta oportunidad de entendimiento de los venezolanos con una transición ordenada, que genere estabilidad.

El presidente Maduro ha dicho que si no gana el oficialismo, habrá un baño de sangre, ¿cómo interpreta esa frase?

Como una demostración de mucha fragilidad. Es evidente que Maduro ha sentido lo que hemos visto todos los venezolanos: sale a campaña y las calles están vacías; luego, las llenan con photoshop e inteligencia artificial. Han salido imágenes de Maduro, como un loco, saludando a gente que no existe. Hay una imagen impactante: fueron a una comunidad a regalar muñecos de Maduro y de Delcy Flores, y los niños tiraban al piso esos juguetes y los pisaban. Es la demostración del cierre de un ciclo y Maduro está haciendo lo que cree que le queda como última alternativa, que es infundir miedo. No dudo que él, y particularmente su círculo muy cerrado, que son los hermanos Rodríguez, tengan eso en mente, pero yo viví cuatro años con militares venezolanos y puedo decir que ellos tienen hijos y esposas, y tienen la realidad de que, cuando abren el grifo de su casa, no sale agua; cuando van a encender la luz, no hay electricidad; que no les da para comprar la comida, y que sus hijos están recibiendo una pésima educación.

¿Pero esa sí es la percepción de todos los militares venezolanos?

Por supuesto que hay una cúpula que está cuadrada con la dictadura y con sus negocios ocultos, pero no es la mayoría. Creo que si Maduro intenta robarse la elección el 28 de julio en la noche o el 29 de julio, y hace un llamado a que la Fuerza Armada y la Policía salgan reprimir, va a encontrar un desacato de esa orden, y no es que se estén sumando a algo fuera de la Constitución ni poniéndose del lado de Edmundo y María Corina, sino del lado del pueblo, porque ellos saben por quién van a votar sus familias: por Edmundo.

¿O sea que está usted seguro de que la gente no va a votar por Nicolás Maduro?

Me contaban el viernes que el oficialismo, la dictadura, está teniendo problemas para llenar su padrón electoral, que son los testigos que van en los más de 16.000 centros de votación, y que han comenzado a obligar a funcionarios del Estado, incluso a policías regionales y municipales a serlo, por lo que hay un gran descontento de esos policías, pues dicen que ellos no son activistas del partido. Entonces, son síntomas que se están dando hoy y se puede ver un escenario en donde Maduro se quede aislado, rodeado de Jorge Rodríguez, y comience una transición que va a requerir muchas conversaciones, como fue la de Sudáfrica, Chile, España, cada uno en su contexto, Venezuela con el suyo. Edmundo y María Corina han dejado muy claro que tienen total disposición para construir esa transición.

¿A qué estrategias recurrirá la oposición para lograr que el oficialismo acepte ese favoritismo que usted le atribute a González?

La primera y principal estrategia es que salgan millones de personas. El 28 de julio va a ser como 1994 en Sudáfrica: décadas de lucha, de injusticias, culminaron en una elección, en ríos de gente votando, haciendo cola, muy serena, y luego celebrando pacíficamente. En Venezuela va a pasar algo parecido. Y, paralelo a eso, en los más de 16.000 centros de votación se requieren tener testigos, miembros de mesa acreditados, garantía de que los equipos se puedan quedar allí desde las 4:00 de la mañana del día de la votación hasta el momento que cierra el centro, el 28 o el 29; que tengan el compromiso y la sagacidad de agarrar el acta de cada mesa de votación de poder tener esa información y saber exactamente lo que ocurrió en los centros de votación.

¿Y sienten que tienen el suficiente respaldo internacional para presionar al Gobierno a que respete ese eventual resultado de las elecciones?

Espero que eso se materialice, se han hecho declaraciones muy positivas del Gobierno de Brasil, de Lula (Da Silva), del mismo (Gustavo) Petro, el canciller (Luis Gilberto) Murillo, de Europa, de los Estados Unidos, planteando que se den elecciones. Aquí la expectativa no es que apoyen la oposición o la dictadura, la solicitud es muy democrática y constitucional: que apoyen los resultados de la elección, que no caigan en una trampa, en un fraude de Maduro, que acompañen el proceso de transición, que los va a necesitar. Todos estos países democráticos, no importa que su gobierno sea dederecha o de izquierda, conservadores o liberales, van a tener un papel fundamental en las 72 horas después del 28 de julio. Tenemos absoluta certeza es de que Edmundo González tiene los votos para arrasar en la elección, todas las encuestas lo dicen, la calle lo dice, los analistas lo dicen, los diplomáticos que están en Venezuela lo saben y los medios de comunicación lo saben.

¿Qué pasa si en la noche del 28 o el 29 de julio el Centro Nacional Electoral dice: ‘ganó Nicolás Maduro‘?

Ese sería un anuncio no creíble; los venezolanos van a saber que es el anuncio de un fraude y los militares, que Maduro los va a querer meter para que le defiendan el pellejo y paguen las consecuencias de ser investigados en la Corte Penal y la ONU, porque aquí ha corrido mucha agua bajo el puente desde el 2014, cuando convocamos las protestas. Hay investigaciones que ya están en fase de designación de jueces en la Corte contra Maduro y quienes lo acompañan en la línea de mando, responsables por persecución, encarcelación, desapariciones forzosas, torturas, asesinatos. Creo que los militares van a dejar a Maduro con los crespos hechos, con una orden no acatada, porque el mayor apoyo a María Corina y a Edmundo está ahora en los barrios más pobres, las personas que más han sufrido, y no tengo ninguna duda de que ante el anuncio de fraude reaccionarán, de manera pacífica, pero buscando que se encaminen las cosas hacia la estabilidad, el orden y el reconocimiento de los resultados.

¿Tiene algún llamado al presidente Petro, teniendo en cuenta que es cercano a Maduro y que en Colombia hoy hay más de cuatro millones de venezolanos?

Es muy importante que se entienda que esto es una realidad: un artículo en el New York Times dijo que si Maduro se roba la elección, cuatro de cada diez venezolanos estarían pensando en salir del país. Es decir, si hoy han sido cuatro millones los que han pasado por Colombia, serían ocho, y creo que esto lo tienen queentender la región y los Estados Unidos, porque en algún momento hubo quienes pensaron que estabilizando a Maduro iban a contener la migración y no es así, porque pregúntenle a los venezolanos donde estén, si regresarían a Venezuela si él estabiliza la economía, y a lo mejor uno de cada diez, y si regresarían si hay un cambio político y comienza la transición a la democracia, y lo harían seis de cada diez. Ahora, que terminen regresando es otro asunto, porque la gente ya tiene sus arraigos, sus hijos, su realidad, pero sí se va a contener dramáticamente la salida venezolano, porque va a ser un momento alegre, histórico, de libertad, posibilidades, sueños y oportunidades.

0