El sábado 26 de marzo participamos de una nutrida marcha de trabajadores que recorrió la ciudad de Puerto Ordaz, en una expresión contundente de la unidad de la clase obrera demócrata, en defensa de los derechos sindicales.
Pocos días después, los rectores de la mayoría de las universidades autónomas y gremios de profesores universitarios se pronunciaron en apoyo al grupo de estudiantes comprometidos que cosieron sus labios, en huelga de hambre, en una sólida expresión de unidad de la comunidad universitaria, en defensa del derecho a una educación libre y un presupuesto justo.
Finalmente, delegados de las más importantes organizaciones de ganaderos y productores agrícolas se citaron en Coloncito, el domingo pasado, en una cumbre a la que también asistieron gobernadores, alcaldes y diputados; todos convocados para perfilar un gran pacto por la producción nacional y la defensa de la propiedad privada.
Sindicalistas, universitarios y productores: tres sectores clave en el desarrollo del país han dado muestras contundentes de una unidad orgánica y saludable. Un síntoma de esa corriente de cambio que recorre el país de norte a sur, y que se siente en todos los caseríos, pueblos y ciudades.
Para abrir las compuertas del cambio en el año 2012, debemos profundizar esa unidad auténtica, superior, que va más allá de siglas, colores y bloques partidistas. Un proyecto de unidad nacional que incluya como parte esencial de la ecuación a las organizaciones políticas que conformamos la MUD, pero que nos trascienda. Un estado superior de cohesión que permita concretar la unidad afectiva de todos los venezolanos que aspiran un cambio, que quieren abrazar una alternativa que los haga soñar con una Venezuela próspera, segura y solidaria.
Sólo esa unidad afectiva nos permitirá avanzar sin facturas pendientes, reconocer los errores, y reunir a actores que han sido adversarios en el pasado reciente, pero que son partes indispensables de esa gran alternativa política que impulsará un cambio en Venezuela.
Vivimos un momento clave en esa construcción unitaria, y hay buenas señales. Los diputados de la alternativa democrática recorren el país, escuchando los problemas de la gente; los gobernadores y alcaldes defienden sus competencias y demuestran que, con políticas eficientes, se resuelven los problemas de los ciudadanos; los universitarios, los sindicalistas y los sectores productivos se movilizan activamente en defensa de sus derechos. El proceso de cambio está en marcha, es indetenible, crece todos los días; y el objetivo durante el año 2011 es consolidarlo.
El proceso de primarias debe ser el evento que consolide esa unidad afectiva. Un proceso participativo sin precedentes, abierto a todos los venezolanos, que invite a cientos de líderes locales y regionales que llevan años sembrando su trabajo en cada municipio, en cada rincón de Venezuela, convirtiéndose en motor de cambio social en sus comunidades.
La discusión sobre la fecha de las primarias no debe convertirse en una piedra en el camino en este proceso. Lo importante es concretar las condiciones para que este proceso permita la legitimación de todos los liderazgos, a todo nivel. Esa es la clave para alcanzar la cohesión necesaria en el seno de las fuerzas democráticas.
Estamos convencidos: la Unidad está en su mejor momento en los últimos 12 años. Falta un camino largo por recorrer, y no debemos equivocarnos; pero son muchas las razones que nos permiten ser optimistas. En el año 2012 estaremos listos para abrir las compuertas del cambio. Fuerza y fe, Venezuela.
Leopoldo López.
—
Publicado 08 de abril de 2011, en CódigoVenezuela