Desde hoy queremos dedicar una serie de artículos que pretenden contribuir a generar una reflexión en el país que trascienda las fronteras del debate político cotidiano y que dibuje una propuesta alternativa a la interpretación del socialismo autoritario de la vida y el mundo.
Queremos facilitar un debate para la elaboración detenida sobre el tipo de praxis política que ha de ser impulsada en el país en los próximos años, con el propósito de alcanzar una mayor calidad de vida para los venezolanos y, naturalmente, que permita la consolidación de un poderoso movimiento social y político que tenga perspectivas de constituirse en la nueva mayoría política, capaz de adelantar los cambios que cada vez más venezolanos reclaman. No queremos decretar un punto de llegada de una profunda reflexión sociopolítica y tampoco pretendemos dar un recetario de políticas públicas, sólo tenemos la intención de registrar el estado de un largo debate, recoger algunas de las pistas que provee la reflexión académica y buenas prácticas desarrolladas en otros países y, adicionalmente, extraer de allí las lecciones aplicables al caso venezolano.
Buscamos una aproximación destinada a dotar de sustancia y clarificar algunos de los contenidos de la nueva democracia social, que, sin dudas, hoy luce como la propuesta política con mayores oportunidades de generar respaldo entre la mayoría de la población venezolana, frente al socialismo autoritario cada vez más avanzado en nuestro país. Pretendemos registrar los principales conceptos asociados a dicha propuesta y las implicaciones políticas que tienen.
Es preciso que quienes defienden (o defenderán) la propuesta de la nueva democracia social sean plenamente conscientes de la significación que ello tiene en la realidad contemporánea y, sobre todo, de sus implicaciones prácticas en la Venezuela de hoy. La vieja socialdemocracia ha generado suficientes críticas y ha sido tantas veces enfrentada por otras corrientes ideológicas, que sería un lamentable error no poner cuidado en la comprensión de sus principales claves, de sus principales transformaciones y de los desafíos a los que se enfrenta en nuestro tiempo, el siglo XXI. Por tales motivos, el interés de estos artículos estará centrado, de modo sucinto, en los principales valores y principios que defiende; en la evolución reciente de la democracia social en el mundo; en los valores o principios que la caracterizaban ayer y la siguen caracterizando hoy y, en fin, en lo que tiene de nuevo y diferente tanto respecto del viejo socialismo como de la vieja socialdemocracia.
Como se trata de una historia suficientemente documentada, procuraremos recoger lo más fielmente posible algunos de los aspectos más destacados por teóricos y estudiosos para caracterizar la nueva democracia social, introduciendo, desde luego, las atenuaciones o adaptaciones que se requieren en el caso venezolano.
Por ultimo, vale la pena llamar la atención sobre el hecho de que repetiremos varias veces la expresión nueva democracia social, para marcar distancia respecto de la vieja socialdemocracia. Y ello porque esta nueva propuesta es, desde hace algún tiempo, el resultado de la crisis del “Estado de bienestar” en el mundo, y de los retos que plantea en nuestro país, de un lado, el socialismo radical, y de otro, el neoliberalismo.
La nueva democracia social está enfrentada con ambas tesis, al tiempo que procura extraer las lecciones de la crisis del viejo “Estado de bienestar” de la posguerra, que en Venezuela se ha constatado una y otra vez en períodos de caída del precio del petróleo en los mercados internacionales.
Leopoldo López.
Artículo publicado por el diario El Nacional.