Hablemos de golpes. Pero de los golpes de verdad, de los que sufrimos los venezolanos cada día en nuestro bolsillo, en las calles, en nuestra calidad de vida. No de las fábulas que se inventan desde el poder para justificar a un gobiernito incapaz, como ocurrió esta misma semana con el episodio conspirativo más reciente de la telenovela oficial: el golpe eléctrico, seguramente protagonizado y dirigido por una iguana llamada Jesse.
Ya nadie se traga esos cuentos, Nicolás. Hablemos de los golpes que tú les das a los venezolanos todos los días, cuando montas tus shows y eres incapaz de dar respuesta a los problemas de los venezolanos.
Golpe es que más de 15 millones de personas se quedaran súbitamente sin servicio eléctrico la tarde de este martes, y que durante esta semana siguieran los apagones en pueblos y ciudades de todo el país, incluyendo planes de racionamiento y cortes del servicio de agua.
Golpe es que los venezolanos tengan que lidiar con una inflación fuera de control, que ya supera 30% sólo este año y que acaba con el poder adquisitivo del precario sueldo de los venezolanos.
Golpe es lidiar todos los días con la escasez de productos básicos, el desabastecimiento crónico generado por el salvaje modelo importador que ha liquidado a nuestra industria, que ha destrozado la capacidad de producción nacional y con ella millones de empleos de calidad, en el campo y en las ciudades.
Golpe es el que recibe todos los días nuestro pueblo cuando va al mercado y le dicen que no hay carne, no hay pollo, no hay harina de maíz precocida, no hay leche, no hay azúcar, no hay arroz; que no hay papel ni pa’ limpiarse.
Golpe es el que sufre cada día las familias de los 56 venezolanos que pierden la vida cada 24 horas en las calles de Venezuela, a manos del hampa y la violencia desatada, que no han podido controlar con el despliegue de los militares en las principales ciudades y que, por el contrario, han provocado todavía más dolor y desolación con sus abusos. Como ocurrió con la familia de nuestro compañero Jesús Pacheco, que hace unas semanas sufrió la pérdida de su hermana y su sobrina a mano de un grupo de guardias nacionales que, por confusión, disparó salvajemente contra un vehículo familiar en una carretera del estado Falcón.
Golpe es el que recibe el pueblo humilde cuando en los hospitales sólo pueden ser atendidos 2 de cada 10 venezolanos que necesitan servicios médicos, por falta de insumos y las severas deficiencias en nuestra infraestructura hospitalaria.
Golpe es el que le dan al tesoro nacional la banda de vampiros y mafiosos que está en tu entorno, Nicolás, que se embolsillan el dinero de todos los venezolanos con total impunidad.
Son muchos golpes, Nicolás. Los venezolanos se cansaron de recibir golpes y escuchar excusas tristes desde un gobiernito irresponsable, ilegítimo, incapaz de asumir las riendas de un país que se ahoga en una crisis económica, política y social. Un país donde una nueva mayoría se expresa en las calles todos los días, que se organiza y se consolida para provocar pronto un verdadero cambio político, y acudir masivamente a la cita electoral del próximo 8 de diciembre. Una mayoría que aspira a vivir en un país de paz, bienestar y progreso, donde todos los derechos sean para todas las personas. Fuerza y fe, Venezuela.