Avanza la campaña y Henrique Capriles cada día suma más y más voluntades que permitirán superar el 52 por ciento de los votos obtenidos por la Unidad en las últimas elecciones del año 2010. Porque, aunque le duela al Gobierno, esa es la última encuesta verdaderamente confiable y nadie en su sano juicio intentará hacerle creer a los venezolanos que la alternativa democrática retrocederá en apoyo popular.
Y con este avance de la campaña, crece el desespero de un Gobierno que ya se ve perdido. De esta forma, aunque insistentemente sus asesores le dicen que tiene que presentarse ante el país como alguien que dialoga, que escucha y es moderado, hemos visto en los últimos días a un candidato Presidente que lo que hace es regañar a todo el pueblo y a sus propios seguidores.
La campaña lo obliga a salir del “Palacio” y recorrer el país, a bajarse de la carroza y oír a la gente, algo con lo que ya se siente incómodo luego de 14 años, algo que evidentemente sólo queda para el show televisivo, porque en realidad no escucha a nadie. Y esta obligación, incomodidad y desesperación es lo que hace que veamos a un candidato cada vez más irritado y que ya sólo le queda tratar de intimidar, amedrentar y regañar. Analicemos brevemente la campaña del Gobierno y su “tono”.
Al candidato Presidente también le insisten sus asesores que repita que el es “lo nuevo”. Así, lo vemos de manera casi obsesiva en todos sus discursos diciéndonos que luego de 14 años él representa un cambio, representa “lo nuevo”. Si por nuevo se refiere a los casi 20.000 homicidios registrado en 2011, a los pranes que dirigen nuestras cárceles, a los cortes diarios de energía y a las multas por consumo, al racionamiento de la gasolina con un chip, a la escasez de productos básicos, a la adicción a las importaciones, estamos de acuerdo. Usted, Presidente, representa lo nuevo.
Es precisamente enfrentarse a esa nueva realidad lo que hace irritar al Presidente, lo que hace que la tónica de su campaña sea el regaño al pueblo de Anzoátegui, donde dijo, con un caradurismo impresionante, que no importaba si habían huecos, o si no llegaba el agua, incluso que él se quejaría si viviera allí, pero que igual tenían que votar por él.
Es esa nueva realidad la que lo obliga a que la tónica de su campaña sea la imposición al pueblo de Carabobo, diciéndole a sus propios seguidores con ese dedo tan jalado y alabado por Jacqueline Farías que él ya ha dicho quién es el candidato a la gobernación. Atrás quedaron las primarias y la democracia interna dentro del PSUV.
Es esa nueva realidad la que produce la amenaza y el miedo como forma de hacer campaña, repitiéndole al pueblo venezolano el ya trillado discurso de que si no gana habrá caos. Es es misma realidad la que produce el chantaje a nuestro pueblo cuando dice que las misiones se acabarán si él pierde o les hace ver a los trabajadores de Guayana que sólo habrá discusión de sus contrataciones, después que voten por él el 7 de octubre.
Es esa nueva realidad, que lo irrita tanto, la que lo hace distraer la atención, ejercicio que lleva a un extremo tal, que termina en la desconexión absoluta de los principales problemas de los venezolanos. Por eso plantea como prioridad en su plan de gobierno “salvar a la especie humana”, mientras nuestro país en sus manos sigue avanzando “a toda muerte” porque en el primer semestre 2012 ya superamos los homicidios del año pasado, el más violento de nuestra historia.
Y las consecuencias no deseadas de esa “estrategia” del candidato Presidente es el claro contraste que permite que miles de venezolanos que aún estaban indecisos o simpatizaban con el Gobierno en el pasado, se estén sumando día a día a la propuesta de Henrique Capriles. Porque, por otro lado está un candidato que sí representa verdaderamente una renovación, que escucha al pueblo y dialoga, que no impone, legitimado por primarias, que representa la esperanza y, lo más importante, que tiene muy claras las prioridades de los venezolanos.
Henrique ha presentado el plan “Primer Empleo” para los jóvenes y “Segunda Oportunidad” para los adultos mayores. Ha propuesto la creación de 500 mil empleos al año apalancados en los programas “Petróleo para el Progreso” y “Hecho en Venezuela”. Se ha comprometido con los más necesitados y la superación de la pobreza con el plan “Comprometido Contigo y ha dejado muy claro que su prioridad será la “Seguridad para Todos”.
El próximo 7 de octubre nuestro pueblo saldrá con mucha fuerza y con mucha Fe a votar por este camino y al que le saldrá regaño democrático será al candidato Presidente porque es el pueblo y su voluntad quien regaña, quien exige y no al revés.
