Cumpliendo el compromiso que anuncio el pasado domingo 16 de febrero, Leopoldo López se presentó en Chacaíto para dar la cara. Vestido de blanco en señal de paz, arropado por el tricolor nacional caminó hasta el camión de sonido para saludar a miles de venezolanos, hombres, mujeres, estudiantes y líderes de la Alternativa Democrática, que acudieron a acompañarlo.
Desde ahí hizo una caminata entre la gente, hasta la plaza José Martí, el coordinador nacional de Voluntad Popular, tomó un megáfono y se dirigió a los miles de persona que abarrotaron las zonas aledañas, donde aseguró que no cree en la justicia venezolana puesto que todos los poderes públicos carecen de autonomía y solo responden a intereses partidistas. “El día de hoy yo me presento ante una justicia injusta, que no juzga de acuerdo a la Constitución, una justicia corrupta que no juzga de acuerdo a las leyes. Si mi encarcelamiento sirve para el despertar del pueblo y para que la mayoría de los venezolanos que queremos cambio podamos construirlo, entonces valdrá la pena”.
El líder progresista recalcó que la lucha en la calle debe continuar, de forma pacífica, alejados de los que quieren generar violencia. Asimismo, recalcó que no tiene nada que esconder y que permanecerá en el país, del lado de los ciudadanos reivindicando sus derechos. “Juntos podemos construir el cambio. Pido que este encarcelamiento infame que quiere hacerme Nicolás Maduro valga la pena, porque yo se que en Venezuela no hay justicia. No quiero dar este paso sin dejar claro el por qué de esta lucha: esta lucha es por los jóvenes, por los reprimidos, por los encarcelados, por todo el pueblo que esta sufriendo las consecuencias de no deponer un modelo equivocado, un modelo exportado de otros país que en nada se parece al bravo pueblo de Venezuela (…) Tenemos que construir una salida a esta crisis, una salida que debe ser pacifica, constitucional, pero en la calle, ya no nos quedan en Venezuela medios de comunicación libres para expresarnos, y ante eso, si los medios callan que hable entonces la calle”, fustigó.
Su esposa Lilian Tintori lo acompañó y subió a la estatua de José Martí junto a López para darle un beso de despedida. Luego, él caminó hacia el Centro Comercial Beco Xpress, donde fue recibido por un cuerpo militar, mientras miles de venezolanos al grito de “¡valientes!” se sentaban frente al piquete de la Guardia Nacional para impedir que se llevaran detenido al líder de VP. Ante eso, López dijo “Hoy más que nunca fuerza, fuerza, fuerza y fe, somos dueños de nuestro futuro, estamos del lado correcto de la historia. No caigamos en la violencia, yo no tengo rabo de paja. Nuestra lucha es pacífica y seguirá siendo pacífica”.
La camioneta con Leopoldo López rodó durante 3 horas por Bello Monte, El Rosal, donde el pueblo no permitía el paso del vehículo para impedir que se lo llevaran detenido. El líder progresista se dirigió nuevamente a la gente, los invitó a mantenerse firmes, sin caer en la violencia y la confrontación. “¡Fuerza y Fe!”. Posteriormente la camioneta siguió la ruta por Chacao, Altamira y finalmente toma los Ruices hasta la base área La Carlota, donde permanece recluido a esta hora.