Comenzó formalmente la campaña electoral para los comicios parlamentarios de septiembre próximo.
Esta misma semana, con gran humildad y con un espíritu propositivo, el movimiento social y político Voluntad Popular, al cual pertenezco, hizo del conocimiento público algunas inquietudes sobre la campaña diseñada por la Mesa de la Unidad Democrática, con el único objetivo de alcanzar el éxito en las elecciones.
Está claro que la alternativa democrática requiere posicionar al menos 83 diputados en la próxima Asamblea Nacional.
Amanecer el 27 de septiembre con una cantidad menor de diputados no representaría una mejora significativa en la dinámica de la actual política venezolana, porque seguiríamos sin contar con la mayoría simple dentro del Parlamento, tan necesaria para contener las arbitrariedades que viene promoviendo el Gobierno e impulsar la transformación social y política que demanda nuestro pueblo.
Quisiera destacar las principales propuestas que, para lograr un mayor número de diputados en la Asamblea Nacional, Voluntad Popular le hizo a la Mesa de la Unidad.
1. Que la campaña electoral se concentre en un mensaje que gane votantes y que le hable a quienes todavía dudan.
La consigna “Pa’ que coja mínimo” y sus contenidos relacionados elaborados en una clave de confrontación le hacen el juego al oficialismo en el terreno de la polarización y la radicalización. Mantener esta estrategia puede significar que menos venezolanos se sientan interesados por una oferta distinta y, en consecuencia, se pierdan escaños que sabemos son vitales.
2. Que la campaña invierta sus recursos en los circuitos más competidos y no en aquellos donde el triunfo opositor es y siempre ha sido seguro.
3. Manifestamos nuestra preocupación por las múltiples campañas llevadas a cabo por los partidos que constituyen la alianza. En varias partes del país se observa una disputa para ver cuál tiene más espacios y cuál impone sus símbolos. La elección de septiembre va mucho más allá de eso: nos estamos jugando el país. Esta situación, además de crear confusión en el electorado, también podría causar un rechazo que se traduciría en menos diputados, pues se hacen más evidentes las diferencias que los acuerdos. Exhortamos de manera muy humilde, pero muy firme, a que se hagan esfuerzos mancomunados para aglutinar en un solo mensaje más poderoso y más sencillo a todas las fuerzas democráticas.
4. Antes de comenzar la discusión sobre quiénes serían los candidatos de la alternativa democrática, propusimos una agenda que además de las primarias incluía la adopción de una tarjeta unitaria, que sin duda hubiera facilitado la adopción de una campaña unitaria, con un mensaje unitario, imagen gráfica unitaria y que a la hora de estar frente al tarjetón electoral, el ciudadano pudiera ejercer su voto de forma más sencilla. Esta propuesta no fue tomada en cuenta por las organizaciones políticas, pero consideramos que la fuerza de los hechos obliga que al menos sea considerada nuevamente. Queremos dejar claro que Voluntad Popular no se pronuncia por ninguna tarjeta en particular y consideramos que esta decisión debe ser tomada por la Mesa de la Unidad.
Lo que esperamos con estas observaciones es ayudar en tomar medidas para realizar una campaña electoral inteligente y estratégica. La alternativa democrática no dispone de cuantiosos recursos como su adversario, ni tan poco es mucho el tiempo disponible, por lo cual se impone la eficiencia, el sacrificio y sobre todo la unión en este momento crucial de nuestra historia.
Aún hay tiempo para corregir.
Aún hay tiempo de hacer una campaña para ganar.
Leopoldo López
El Nacional / Opinión, 7