Esta semana arrancó formalmente una nueva campaña electoral. La campaña más corta en nuestra historia y, sin duda, la más abusiva de todas.
El próximo 14 de abril el pueblo venezolano, cansado de tanto abuso y tanta mentira, tiene la oportunidad de reaccionar con su voto. Lo que está planteado en esta oportunidad no es una confrontación entre el pueblo que apoyó al presidente Chávez y el pueblo que lo adversó, tal cómo lo quiere hacer ver este gobierno encabezado por Nicolás Maduro. Lo que está planteado es una confrontación entre el pueblo todo y un gobierno mentiroso y abusador que en sólo 100 días, ha metido dos devaluaciones que empobrecen a los venezolanos y que ha permitido que se empeore, dramáticamente, la inseguridad, al punto que el primer trimestre de este año es el más violento de los últimos 10 años.
Nicolás Maduro en 100 días nos ha dado una muestra del desastre que pueden ser los próximos 6 años y pierde apoyo popular aceleradamente porque cada día es más ineficiente en enfrentar los principales problemas sociales y económicos del país.
Todo el aparato del Estado está volcado a su favor para abusar y mentir. La mentira y el abuso se han convertido en un estilo de gobernar.
El gobierno miente descaradamente porque después de 14 años y 18 planes de seguridad, sigue prometiendo que va a enfrentar la inseguridad. Pero la realidad es que se han cometido más de 180 mil homicidios en estos 14 años y hemos alcanzado un increíble 97 por ciento de impunidad
Nicolás Maduro miente al decir que la devaluación es para proteger al pueblo. ¿Acaso es proteger al pueblo meterle la mano en el bolsillo y de un solo golpe quitarle la mitad del salario? La verdad es que devaluaron porque se gastaron todo en la campaña electoral del 7 de Octubre, endeudando al Estado irresponsablemente y ahora el pueblo paga los platos rotos. Los venezolanos nos preguntamos, ¿qué pasó con el Bolívar fuerte?
Nicolás Maduro miente descaradamente cuando dice que hay escasez y no se consiguen los productos básicos porque los capitalistas acaparadores los esconden, pero la realidad es que el gobierno es responsable porque han expropiado miles de empresas que antes producían y hoy no lo hacen; han destrozado la producción nacional y, como consecuencia, casi todo lo que consumimos es importado.
El gobierno miente cuando nos habla de soberanía e independencia porque la verdad es que, hoy más que nunca, Nicolás Maduró y su combo son controlados y manejados por el gobierno de Cuba.
Nicolás Maduro se burla de los venezolanos al hablar de la lucha contra la corrupción, cuando en realidad estamos frente al gobierno más corrupto de la historia
Pero la mentira no es la única arma de Nicolás. El pueblo se enfrenta al gobierno más corrupto, impune y delincuente de la historia. Un gobierno que viola todas las normas y abusa del poder descaradamente.
Nicolás Maduro y el partido de gobierno abusan descaradamente de los recursos públicos de todos los venezolanos, abusan de las cadenas de radio y televisión y usan las instituciones y todos los poderes del Estado para favorecer su candidatura. La violación de la constitución por parte del TSJ mediante una sentencia que lo convirtió en candidato-presidente, el ventajismo descarado permitido por el CNE, el uso abusivo de la Fuerza Armada Nacional para hacer proselitismo político -lo cual ha generado el rechazo de la mayoría de los hombre de esa institución- son sólo un pequeña muestra de la cantidad de abusos y violaciones a la constitución que día a día realizan los que hoy pasaron a gobernar sin ningún tipo de legitimidad.
Nuevamente estamos recorriendo el país. Ciudades, pueblos, barrios y caseríos de todos los rincones de Venezuela. En estos recorridos he dedicado un especial esfuerzo por conversar con venezolanos que nos manifiestan que el pasado 7 de octubre votaron por Hugo Chávez y muchos de ellos nos dicen algo que en verdad no sorprende: que se encuentran decepcionados por tanta mentira de Nicolás Maduro y sienten que los que aprovechan la muerte del Presidente para asaltar el poder, es ese entorno corrupto e ineficiente, culpable de que gran parte de los recursos no llegarán a las comunidades y no se ejecutarán muchas obras.
Esto es una señal de lo que va a ocurrir el próximo 14 de abril. El pueblo va a revirar, con su voto, ante tanto abuso y tanta mentira. Este 14 de abril el pueblo lo escribirá con V, de verdad, de Venezuela, de voto, de victoria.
¡Fuerza y Fe, Venezuela!
